La llegada del otoño dejó en Canarias algunos swells limpios al tiempo que los vientos alisios concedían una tregua post estival, dejando mares lisos y ordenados. En una de esas nos escapamos a Fuerteventura, un lugar donde al llegar el otoño no caen hojas, porque no hay, pero donde la luz se vuelve tan cálida que duele a los ojos. Allí estuvieron los isleños Lazi Ruedegger y Manuel Lezcano con otros como Tim Boal, Yannick deJagger o Lars Musschoot.