Debido al COVID, 020 ha supuesto un antes y un después en todos los aspectos. Y, naturalmente, el mundo del surf también se ha visto afectado. Marcas, competiciones, eventos, pros… Todos han experimentado un gran cambio tras el impacto de la pandemia. Por ello, hemos querido analizar con algunos de nuestros surfistas más representativos, de qué modo todo lo acontecido ha repercutido en su forma de vivir el surf.
Lee las respuestas de Natxo González.
Primavera 020 Vs primavera 021. Sólo un año, pero… ¡Cuánto ha cambiado todo! ¿En qué medida también ha variado tu situación personal/profesional?
Para mí, 020 ha supuesto la pérdida de Gilito. Todo lo demás pasa a un segundo plano porque no sólo era mi shaper desde hacía doce o trece años, sino, ante todo, un verdadero amigo. Esencial.
A veces, aún sueño con él.
Aprovecho para mandarte un abrazo, estés donde estés.
¿Qué ha supuesto para ti, como surfista, lo ocurrido durante la pandemia?
Lo que la pandemia me ha acarreado como surfista es totalmente ridículo en comparación a lo que han vivido miles de personas, ya que nada es comprable a vivir con miedo o morir solo.
Pese a todo, el pasado año perdí parte de la ayuda que recibía de mis sponsors y, con ella, la posibilidad de llevar a cabo ciertos proyectos a los que les había dedicado mucho tiempo e ilusión.
…A veces, lo que cuesta lograr media vida se esfuma como un puto estornudo.
Por otra parte, como Asturias era una especie de ‘paraíso Covid’ (dado que tenía una tasa muy baja de contagios), ésto fue un auténtico infierno durante todo el verano, hasta bien entrado octubre. Gente y más gente por todos lados, en cualquier rincón. ¡Un puto hervidero!
Peña local de diferentes zonas -supuestamente apartadas- me comentaban que la cosa llegó hasta tal punto, que a ellos también les generaba una ansiedad del carajo. A veces incluso preferían quedarse todo el día en casa con el fin de no tener que soportar el caos que se generaba tanto en el agua como en la playa.
Finalmente, acaba el verano y empieza a disiparse la feria (muy poco a poco). Y justo cuando la cosa comienza a estar un poco más tranquila, los de aquí, los del supuesto ‘paraíso Covid’, confinados perimetralmente. En fin… Un puto desastre tan tumultuoso, descontrolado y mal gestionado, que sólo de pensarlo me duele el pecho.
Pese a todo, como os decía al principio, y teniendo en cuenta el sufrimiento de enfermos y familias enteras, reconozco que sería muy poco ético quejarme como surfista.
Ahora que por fin parece que la cosa vuelve a la normalidad, ¿con qué perspectivas afrontas esta nueva etapa? ¿Algún nuevo proyecto/meta en mente?
En realidad, 021 está siendo un buen año para mí.
Sigo a muerte con mis sponsors de siempre: Wat Say, Globe y Deflow, con quienes estoy trabajando en unos proyectos bastantes chulos entre los que figuran un nuevo quiver impreso digitalmente, un road trip por España y Portu, así como una webseries -que espero que veáis pronto aquí- y un par de secretillos más, vinculados a ROAD666.COM, un proyecto muy personal al que le dedicamos mucho tiempo y aún más amor.
¡Ah, además, me acaban de publicar una entrevista en la última 3sesenta! Quienes hemos participado en ella estamos contentos de la hostia. ¡Gracias a todos, de verdad!
Ya a un nivel más personal, quiero auto editar un libro de poesía y textos cortos titulado ‘Abismo’. La idea es imprimirlo bajo demanda, al margen de editoriales. A quien le apetezca, que escriba, se lo imprimo, se lo envío y punto J Todo mucho más personal e íntimo.
Finalmente, me gustaría ser surfista olímpico algún día. Para ello estoy bebiendo mucha agua y limitando la ración de mortadela en mis bocatas.
Y ya puestos, ¿qué le pides al futuro?
Por una vez en la vida, no voy a pedir nada sino agradecer lo que tengo.
Me molaría dar las gracias a Zurdi y a Josh Barrow, de Globe. A Amaia y a Joseba, de Deflow. A toda la gente que me ayuda y me motiva a seguir con ROAD666.COM, sobre todo a Sergio Riaño y José A. Prieto (de @northmorla), así como a Cris Braña. Y, como no, a la peña de Wat Say, que ya son familia.
A todos, GRACIAS.
Lo único que pediría es poder surfear tranquilo, con poca gente. Pero, visto lo visto, eso es pedirle peras al olmo.
¿Alguna lección extraída de todo ésto?
Nada nuevo: que hay ciudadanos de primera, de segunda, de tercera e incluso de novena. Que la solidaridad es un espectáculo selectivo a corto plazo. Que la inmensa mayoría usa su cargo para aprovecharse del modo que pueda, ya sea pasándose por el forro un confinamiento o un impuesto. Mientras, la tienda de la esquina cierra, pero la Liga sigue porque mueve mucho dinero. Claro, el dinero de la dependienta no importa tanto.
Duchas cerradas pero parquímetros en funcionamiento. Restricciones para ti y tu vecino mientras guiris mal educados hacen los que les sale de los huevos en un parking que copan a sus anchas. Eso sí, tú obedece, acata, resígnate… Más y más multas porque derrochamos creatividad a la hora de elaborar nuevos modelos de sanción. Después de todo, es normal que haya leyes ridículas dado que son decretadas por cretinos. Pero oye, mañana juega España.
¿Alguna lección? Ninguna. De una lección se aprende algo y nosotros parecemos empeñados en no querer hacerlo.
Siento sonar negativo. Tú me preguntas, yo te respondo.
Últimas palabras antes de cerrar la entrevista…
Pues gracias a vosotros también (Margruesa) por mantenerme siempre la puerta abierta y la mano tendida.
