La mejor ola de El Salvador, si hay poco mar, es el Km 59. Una derecha larga, a veces hueca, y maniobrable. Nosotros nos estábamos quedando en El Tunco (es la zona más “turística”, en el km 40 más o menos, donde rompen varios points) porque es lo más barato. Desde allí nos movíamos todos los días al Km 59 en bus o a haciendo autostop. Un día nos recogió en la carretera un gringo llamado Martin. Él tenía un rancho de lujo para alquilar en el Km 59. En lo que duró el trayecto le contamos parte de nuestra aventura, de dónde veníamos y a dónde íbamos. Al parecer le caímos bastante bien. Tan bien que nos ofreció quedarnos en su rancho a un muy buen precio. Así que para allí nos mudamos.
Como es imposible estar más de media hora expuesto al sol, a no ser que estés en el agua, los locales se las han ingeniado para conseguir hacer sombra y así tener un sitio donde descansar entre baño y baño y, de paso, poder sacar fotos tranquilamente a los turistas sin asfixiarse, fotos que luego venden a un precio bastante asequible. Estas cabañas han sido cogidas también por los comerciales de la zona para vender bebidas frías y comida y son las que utilizábamos nosotros para grabar y para reponer energías antes de la siguiente sesión.
Estos tres niños estaban siempre en la playa esperando a que alguien les prestara una tabla para poder surfear. El de la derecha, Marvin, me contaba que quería ser surfista profesional. Quien sabe si en mi próxima visita a El Salvador los veré destrozando las olas del Km 59 o en lo más alto del podium WQS de Punta Rocas.
Uno de los mejores surfistas del país, Samuel González, alquilaba una habitación en su casa. Allí se estuvo quedando mi amigo italiano Antonio. Juntos empezaron a construir una casa en un árbol. De momento sólo era una hamaca a 5 metros de altura.
Lo bueno de la costa norte de El Salvador es que pasan muchos autobuses (uno cada media hora más o menos), por lo que te puedes mover con facilidad para surfear. Punta Rocas, en La Libertad, está a menos de una hora del Km 59 y es la ola más internacional del país. Necesita algo de mar para que rompa. Siempre que íbamos allí a surfear aprovechábamos para ir al supermercado o para comprar Boca Colorada en la pescadería del puerto. Cuando esta costa se pone muy grande, el sur (Las Flores, Punta Mango…) está espectacular.