Nuestra primera habitación en San Juan del Sur tenía un balconcito desde donde se veía el precioso y característico atardecer de este pequeño pueblo marinero al sur de Nicaragua. Lo malo es que por la noche se seguían viendo reflejos de luz, alguno con silueta humana… por lo que decidimos cambiar de Hotel (no es la primera supuesta aparición en este Hotel en el que se suicidó el hijo del dueño hace unos años). Nuestro amigo coruñés Pollo del Hostel Esparanza nos estaba esperando con los brazos abiertos después de que estuviera lleno la primera noche. Allí estuvimos más tranquilos.
San Juan del Sur es un pueblo precioso por su simplitud. No tiene grandes edificios ni lujos. Sólo una bonita bahía que ofrece olas no muy de vez en cuando, un increíble atardecer y muchos rincones mágicos como este para sentarte tranquilo una tarde y disfrutar de un lugar único.
Al día siguiente de llegar vimos a todo el mundo con unas pulseritas de color rosa. Preguntamos de qué eran y nos dijeron que eran los pases para la mejor fiesta de San Juan del Sur: el Funday Sunday. Fuimos a comprar los nuestros pero se habían agotado ya. No problem. Nos acercamos a la papelería del pueblo y compramos cartulinas, papel cebolla de color rosa y pegamento. Ya estábamos dentro.
Si por algo se conoce Centroamérica es por su fruta. Todas las mañanas después de surfear nos acercábamos al mercado a ver que había. La verdad es que estamos comiendo poco en este viaje, poco pero sano. El mercado era bueno y barato!
Los primeros días en Nicaragua no tuvimos mucho swell así que decidimos ir a hacer algo de turismo a la isla de Ometepe (“Dos Montañas” en lengua azteca) que está dentro del Gran Lago de Nicaragua, un sitio precioso. Yo nunca había estado en a una isla dentro de un lago. Foto: Antonio Augeri (sortoflooser.com)
En Ometepe alquilamos una moto y recorrimos toda la isla. Subimos a los dos volcanes, a las cataratas, al “Ojo de Agua”, que es una fuente natural de origen volcánico con un agua cristalina repleta de minerales que rejuvenece a todo aquel que se baña en ella, o eso dicen; y condujimos el ferry de vuelta. Foto: Antonio Augeri (sortoflooser.com)
De vuelta en la costa Pacífica nos reunimos con varios amigos gallegos que vinieron de vacaciones y fuimos a surfear uno de los primeros swells de la temporada. Salimos del hostel a las 04:30 para llegar a la playa al amanecer. Esto fue lo primero que vimos cuando salió el sol. Foto: Jose Diéguez (pradosurfescola.com)
Estuvimos varias horas prácticamente solos en el agua, seguramente por lo temprano que era y por la corriente de agua fría que sacudía el país esa semana, lo que nos obligó a utilizar los trajes que habíamos traído para California. Foto: Jose Diéguez (pradosurfescola.com)
Más al norte, a más de dos horas en coche, rompen varias olas de arena de muy buena calidad como Colorado o Rancho Santana, donde no faltan los picos orilleros. Aunque la ola más famosa de la zona es de roca: Popoyo. Se trata de una izquierda y una derecha muy largas y maniobrables que rompen en todas las mareas. Foto: Jose Diéguez (pradosurfescola.com)
Aquí estuvimos casi diez días. Decir que en Nicaragua, gracias al Gran Lago, está siempre off shore por lo que puedes surfear todo el día con viento bueno aunque ésto hace que el agua de la superficie no esté tan caliente como en otros países de Centroamérica, lo que te obliga a estar más activo en el agua para no pasar frío si quieres entrar en bañador. Foto: Jose Diéguez (pradosurfescola.com)
El mar fue bajando poco a poco hasta que se quedó casi flat. Entonces decidimos coger el bus dirección El Salvador, donde suele haber más olas.