Rastovich comenzó la remada en Cape Egmont el pasado 16 de noviembre, y llegó a los arenales de Piha, al norte de Auckland, el 1 de diciembre.
«Justo al sur del entrante de Manakau vinieron a visitarme 8 delfines Maui. Se desplazaron al lado mio y me escoltaron hasta el comienzo del entrante en condiciones bastante peligrosas», explica Rastovich.
«Me dieron la confianza para navegar esa parte porque habían olas bastante grandes, uno de los mares más bravos con los que me haya encontrado».
Rasta cree que la minería devastará los ecosistemas marinos, alterará spots de fama mundial y acabará con especies como los propios delfines Maui.
«No es tarde», comenta. «Hay mucha conciencia en esta comunidad y en todas las comunidades y grupos con los que nos encontramos a lo largo del viaje. Todo lo que necesitamos es aprovechar esta pasión y podremos proteger este tramo increíble de costa de los peligros de la minería».