¿Cómo ha sido vivir rodeada de 8 bilbainos durante 3 semanas en una isla donde no hay nada?
Mejor compañía imposible. Gracias a todos por esos momentos. Fue un lujo llegar allí y formar tal grupo, muy buena gente, gracias a estar todos juntos las horas muertas del día pasaban como nada en el «txoko». Sabiendo que eran bilbaínos… ¡me sentía protegida!.

Era tu primera vez en Indonesia… ¿Ha sido como esperabas?
 ¿Qué es lo que más te ha sorprendido? ¿Y algún mito que se te haya quedado por el camino?
El primer día en Kuta (Bali) no me esperaba tanta gente, la ciudad está muy desarrollada, hay mucho turismo. Sin embargo, moviéndote por los alrededores descubres playas increíbles. Agua cristalina, coral, mucha vegetación. 
Me sorprendió mucho Sumbawa. Hay mucha pobreza, la vida que llevan allí tiene muchas diferencias frente a la vida en Bali y es mayor en los pueblos más alejados de la capital. Los niños, por ejemplo, tienen que caminar una hora y media para ir cada mañana al colegio. Vivirlo allí es muy diferente a escucharlo cuando te lo cuentan. ¿El mito? El de la comida indonesia. Pensé que iba a probar comidas muy diferentes, con sabores distintos. Pasé un mes a base de arroz, noodles y pollo, siempre con el mismo sabor. La fruta era escasa en Sumbawa y el pescado había que ir a otros pueblos para comprarlo.

¿Que opinión te merecen las Bintang? ¿Son tan buenas como dicen o te quedas con la sidra asturiana?
Como buena asturiana, prefiero la sidra, pero admito que las Bintangs estaban bastante buenas.

¿Cómo ha sido la vuelta? De no importar si es martes o domingo, ni la hora del dia, a volver a la gran ciudad de Gijón de golpe?
Sigo perdida en los días de la semana. Pero bueno, necesitaba llegar a Gijón, ver gente, tomar algo. Lo peor ha sido el agua gélida. El primer día no me podía ni mover. Madrugar también me cuesta más aquí, pero intento seguir el ritmo de Sumbawa. A las 7 de la mañana estaba en el agua estos días.

Has compartido habitación con Manu. Le conoces como la palma de tu mano, pero 30 días, 24 horas, era una prueba de fuego. ¿De ésta hasta que la muerte os separe?
¡Ya te digo! (risas) Pero bueno, sabía bien con quién iba. Manu es como mi familia, nos conocemos perfectamente. En los mejores momentos siempre ha estado Manu al lado. 
Sólo reñíamos en moto, cuando nos perdíamos, nos echábamos la culpa el uno al otro. Espero compartir con él muchos más viajes como éste.

¿Te has sorprendido a ti misma de vivir de manera tan simple o has echado mucho de menos ‘Mujeres, Hombres y Viceversa’? ¡Sé que a las noches lo veías a escondidas! (risas)
Sí, la verdad es que acostumbrada a no parar, no tener nunca tiempo para nada, fue un cambio radical. Me costó algo adaptarme a no hacer nada en las horas muertas, pero fue un mes de relax y desconexión que me vino muy bien. Algún resumen sí que ví, no tiraba bien internet para ver el programa íntegro (risas)

¿Cómo llevas tener que meterte en la biblio?
Yo estoy escribiendo desde la biblio ahora mismo. Primer dia después de Indo y creo que va a ser complicado. 
La biblio no la piso, prefiero estudiar en casa, me concentro más. Pero después de un mes sin abrir un libro, necesitaré demasiada concentración. Va a ser un mes duro de estudio, espero que pase rápido.

Que hay que llevar a sumbawa apra volver a casa sano y salvo? Tanot físicamente como de la cabeza?

Relec, mosquitera, amigos que te acompañen y un ordenador o móvil, por supuesto para conectarse a internet (Facebook, Whatsapp e Instagram)