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Xabier Zirikiain, 25 años de creatividad

La creatividad corre por sus venas. Creador de Loreak Mendian y un referente en el mundo del diseño. Xabier Zirikiain es un amante de la cultura surf skate y ha estado allí desde sus inicios marcando una clara tendencia.

Ilustración, diseño, arte, moda, creación audiovisual… Probablemente seas una de las personas más eclécticas que hayamos entrevistado en Margruesa, Xabi. ¿De dónde viene esta vena tan creativa y cómo evoluciona a lo largo de los años?

Creo que creativos somos todos, pero también es verdad que la creatividad hay que trabajarla. Hay que intentar rodearse de un entorno creativo y mirar a la vida de forma creativa.

El estereotipo de un creativo tumbado en una hamaca fumándose un canuto es totalmente falsa. Muchas veces resulta un proceso doloroso y agobiante. Cuando los días pasan y no se te ocurre nada brillante… pues te agobias, pero normalmente esa presión es buena (¡pero sin pasarse!). Las ideas no suelen venir de golpe (al menos en mi caso) es más un trabajo continuo, una guerra que ganas batalla a batalla, donde la idea final se construye de un montón de ideas más pequeñas. Hay que sintetizar y simplificar, y cuando llegas a ese punto pues es un subidón total.

Siempre digo que con los años te haces más torpe y te cansas más, pero para la creatividad no envejeces. El subidón de resolver algo, el encontrar la idea justa, es una cosa que me emociona igual que cuando tenía 19 años.

 

Loreak Mendian, marca icónica y mítica donde las haya, es, seguramente, una de tus mayores creaciones. ¿Cómo surge la idea, el nombre, la imagen…? ¡Háblanos acerca de lo que ha supuesto para ti!

 En los años 80 en Donosti estaban pasando bastantes cosas. En mi caso, tenía una especie de doble personalidad porque por un lado tenía mis amigos artys con los que me iba de conciertos, expos o cineclubs y luego estaba el skate y el surf. Eran dos mundos que no se mezclaban, pero para mí eran igual de estimulantes. ¡De repente llego Stüssy y cambió todo eso! Una marca que mezclaba arte, surfing, música y era exactamente lo que yo quería hacer. Ahora todas las marcas intentan hacer ese cóctel, pero en su día fue muy inspirador.

Por esos tiempos (finales de los 80 primeros 90) solía firmar por los baños de los bares de Donosti una margarita con Loreak Mendian, ese era mi tag. Un colega que había empezado a hacer serigrafía me comentó que esos dibujos que hacía se podrían convertir en camisetas. En esa época me hicieron también mi primer encargo como diseñador: Pukas. Imagínate, (presenté un montón de logos y solo me pillaron uno, ¡pero me dio taaaal subidón que por el precio de uno se los dí todos!) Y entonces empiezo por mi lado a hacer pequeñas tiradas de las camisetas y monto una pequeña red de distribución con colegas que vendían camisetas de Loreak por coles y en la uni. Poco a poco la cosa se fue liando…

 A mediados de los 90 con otros dos amigos montamos Sirope un colectivo de DJs que hacíamos fiestas por la zona. Estas fiestas tenían muchísimo éxito y de repente teníamos una “escena”. Montamos un sello discográfico y empezamos a programar un viejo bar de Jazz: El Etxekalte. Fue un éxito tremendo.

Y una cosa lleva a la otra y monto la primera tienda de Loreak Mendian en Donosti. Al poco me asocié con Victor Serna y juntos empezamos esta historia.

 

Fotografía de @isabeldublang

 

Luego, llega un punto en que la marca crece tanto que te animas a abrir tu propia tienda. ¡Hace 25 años ya! ¿Cómo era el público surfer-skater de esa primera época y qué diferencias notas con respecto a la escena actual?

El tema es que no había referencias locales. Cuando viajabas a Londres, Paris o NYC encontrabas tiendas que aquí no había para nada. Creo que estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado.

Lo que sí es verdad es que la tienda funcionó desde el primer día. Además de ropa vendíamos discos y pronto se convirtió en un lugar de encuentro.

Siempre he sido un defensor de las tiendas como punto de encuentro, un lugar para inspirarte y compartir, en ese sentido sigo siendo un superdefensor de las tiendas lo mismo que hace 25 años. El problema es que con la globalización son todas iguales y las ciudades se parecen demasiado. Creo que en breve va a haber un “reset” del pequeño comercio y va a ser muy interesante. Proyectos locales, diseñados y producidos en su entorno cercano, producciones pequeñas, escala más txiki…

 

También eres el artífice de la portada de la revista-libro de Margruesa, en la que recurres a elementos que evidencian una clara intervención manual. Es más, si le echamos un ojo a tu obra advertimos abundancia de trazos, formas, una paleta de color coherente… Es decir, una huella de artista que parece alejarse un poco de lo digital y se acerca a lo humano.

¿Es la esencia humana la clave del arte perecedero? ¿Qué recursos te resultan más interesantes a la hora de crear?

Lo más importante para crear es pensar.

 Si no se te ocurre ninguna idea te pones a salsear, a recortar, a jugar con los elementos. En el caso de esa portada tenía unas fotos de Derek Hind volando sin quillas. Intenté reforzar el movimiento de la foto utilizando manchas de óleo blanco, pero en realidad fue un poco un ejercicio de contención porque la foto era tan bonita que no quería robarle protagonismo.

Fotografía de @isabeldublang

 

 

Artista, empresario, diseñador… En base a tu experiencia, ¿qué consejos le darías a ese estudiante de artes que sueña con sacar adelante su proyecto personal?

 Prepárate para currar (mucho).

 

Cuando observamos la tónica actual en el ámbito de la imagen, diseño o foto, reparamos en que predominan las tendencias y las fórmulas exitosas del momento en detrimento de otro tipo de propuestas más íntimas o personales mientras que hace un par de décadas, quizás se advertía una mayor indagación en busca de una vía propia por parte de los artistas.

¿Qué opinas acerca de ello?

 Llevamos hablando de postmodernismo desde los 80, pero en realidad ese fenómeno está ocurriendo ahora. Ya no hay una vanguardia, hay infinitas.

Muchas veces aparecen cosas que no les das su valor a tiempo real. Propuestas que van creciendo con el paso del tiempo. Y también justo lo contrario, diseños que siguen las tendencias y te entran fácil y pasado un tiempo no molan nada.

 

¿Crees que esa tendencia a la homogeneización es fruto del auge de las Redesque han logrado globalizar hasta el arte?

Teniendo en cuenta todo esto, ¿en qué medida ha cambiado tu proceso creativo desde esos inicios, hace 25 años, hasta la actualidad?

 Las redes me parecen interesantes. Creo que se pueden usar para crear comunidades de gente con gustos parecidos donde se puedan retroalimentar. La Masa siempre va a existir, pero hay un mundo de gente haciendo cosas muy interesantes por descubrir. Cosas actuales o antiguas, el acceso a la información es un tesoro.

Muchos dicen que la curiosidad es la gasolina de la creatividad, en ese sentido internet es el paraíso.

En cuanto a la forma de trabajar, en la esencia no ha cambiado. Lo importante son las ideas y en ese sentido las cosas no pueden cambiar tanto. ¡Lo que ha cambiado es los flujos de información y lo que falta por llegar!

 

Fotografía de @isabeldublang

 

En cuanto al panorama surfeo y skater del momento, ¿hay algo o alguien que, por salirse de la norma, te resulte inspirador?

Te hacemos esta pregunta porque ambos colectivos solían atender a un perfil más bien alternativo y con una idiosincrasia propia. ¿Sigues viéndolo de ese modo?

 Creo que a las grandes marcas de surf les cuesta cada vez más ser atractivas, se han hecho demasiado grandes y corporativas. Las tiendas monomarcas no me gustan, tiendas iguales… por muy chulas que sean, son repeticiones. Espacios sin alma.

Me encantan los proyectos con una mirada personal, shapers locales, diseñadores, fotógrafos… Me encantó poder ser parte de la Expo que organizó la gente de D’enak Ohana, una oportunidad de encontrarse con gente de tu entorno haciendo cosas, ¡Y del roce se pasa al cariño! Recuerdo que de esa expo surgió una colaboración con Pukas que me hace mucha ilusión hacer.

 

Parte de esa esencia propia de la que venimos hablando se traduce en la moda característica de cada tribu urbana. Sin embargo, tus colecciones con Loreak han ido derribando fronteras paulatinamente y bebiendo cada vez más de otro tipo de tendencias. ¿De dónde tomas tus referencias y, sobre todo, qué factores han ido dictaminando esa evolución?

 Las ideas vuelven a ser lo más importante para diseñar. Una idea te puede venir en cualquier sitio y llevar a muchos otros.  Hay que estar con los ojos bien abiertos, pero luego hay que trabajarla, amasarla, darle vueltas y más vueltas hasta que todo tenga sentido, hasta que cada cosa encuentre su sitio y creo que es por eso que he cambiado tanto de soportes. Si tienes una buena idea puedes plantearte hacer una casa, un póster, una película, crear una marca, diseñar muebles o maquetar un libro, es solo cuestión de trabajar con especialistas. En el caso de Loreak nuestra inspiración vino siempre de cuatro ejes fundamentales: la música, el surf, nuestras raíces y el arte.

 

Fotografía de @isabeldublang

 

A la hora de conducir una marca y que ésta pueda darte de comer, ¿cuál ha de ser la dosis clave entre valentía y transgresión con respecto a comercialidad y aceptación del gusto mainstream?

 Con las marcas la coherencia es lo más importante, una marca te la tienes que creer. El ser transgresor no quiere decir nada, puede ser totalmente hueco.

¡Crea una escena, trabaja la comunidad, ten una mirada propia y seguro que sacas algo adelante!

 

Bueno Xabi, nos tiraríamos hablando otra media hora, pero… Jejeje. Gracias por esta lección –no entrevista- y ¡no dejes de mantenernos informados acerca de tus nuevos proyectos! ¡Todo un gustazo!

Luc Roland expo 2014 from MONTES + MUGICA on Vimeo.

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