Las previsiones apuntaban alto; mares sólidos, viento sur y mareas vivas, a priori la receta perfecta en Mundaka. Luego ya se sabe que la naturaleza es caprichosa y a veces nos sorprende. No fueron baños épicos, pero momentos estelares por supuesto que hubieron.
Lo mejor de Mundaka en lo que va de octubre, un mes que tradicionalmente suele ser muy bueno con los primeros mares otoñales, la arena en su sitio y el agua aún caliente. Han sido 3 ó 4 baños con mucha gente y en ocasiones con esperas muy largas, pero no cabe duda que algunas bombas se han visto. Allí como siempre estaban Edu Bartolomé e Isio Noya para grabarlo.
Clásica sesión de Mundaka después del verano, com olas muy secas en alguna sección y tubazos gordos. Dicen que el de ayer fue uno de esos días para recordar.
Este mes de diciembre que acaba de terminar ha tenido dos partes totalmente opuestas. Mares incesantes con vientos terrales en las tres primeras semanas, y un inusual platazo para terminar el año. Los que estuvieron en Mundaka esas tres primeras semanas lo aprovecharon bien.
Dos franceses con un humor que no entendemos ni queremos entender, acabaron recientemente en Mundaka y surfearon de noche con un ingenioso sistema de luces que por cierto tienen a la venta a un precio de 1500 euros…ahí es nada.
Pero además el surfista zarauztarra Tito Letamendia, en un alarde de técnica y flow, se hizo con un campeonato con momentos de olas absurdamente perfectas.
De lo que parecía un mar demasiado grande y roto por la mañana, a un baño en el que sin haber muchos tubos, algunos de los que salieron fueron de los que nos gusta ver. Gordos y anchos.
La primera parte del otoño no fue nada buena en el Cantábrico, pero fue empezar Noviembre y todo cambió a mejor. Mares fuertes y vientos del sur juntos de la mano para dar lo mejor de lugares como Mundaka y Meñakoz.
La sesión de ayer lunes desde laida, un punto de vista lejano, pero donde Mundaka se ve en todo su esplendor
En este otoño las olas no están faltando, pero todavía no ha entrado un mar limpio, potente y con viento enchufado como lo que le gusta a Mundaka. La barra está preparada y los habituales ya calientan motores en los primeros baños.
Una cosa es hacerse tubazos y otra es hacérselos con estilazo, y Norman es uno de esos surfistas que en Mundaka brilla por la manera cómo se los hace.
Con el verano a la vuelta de la esquina, esta mañana el Cantábrico nos ha regalado un mar más digno de invierno…y eso significa Mundaka con agua templada, lo cual es siempre un regalo.
El exótico punto de vista de un canal de surf brasileño sobre Mundaka…cuando por exotismo se entiende frio, olas perfectas e iglesias medievales.
Atrás queda un mes frio, lluvioso y sin demasiados baños memorables. No obstante han sido unos cuantos días en los que la barra nos ha regalado baños que, sin ser ni demasiado grandes ni potentes, definitivamente han sido muy divertidos.
«No hay nada que desee que regresar a Mundaka y remar en la misma ola en la que me lesioné y volver a estar en el tubo» Kepa Acero.
Un resumen desde varios puntos de vista de los fantásticos baños en Mundaka la semana pasada.
