Herbie Fletcher nos teletransporta a aquella maravillosa época de finales de los 80 y principios de los 90, cuando lo fosforito invadía las playas de la North Shore y el surf era todavía un deporte que casi nada tiene que ver con ahora.
Herbie Fltecher nos cuenta cómo grababa a los surfistas compartiendo ola, y Alex Knost ensalza la figura de Mitch, un tipo al que admira profundamente.
Padre e hijo en un viaje íntimo a un lugar donde se sienten tranquilos, lejos del bullicio de la alborotada California
Sudafricano que surfeaba con pasaporte inglés, pero muy alejado de la tradicional flema británica. Su imponente pecho peludo y su surfing radical marcaron época. Tay y como repite continuamente Joel Turpel, «con ustedes Martin Potter campeón del mundo en 1989».
Un innovador en todos los aspectos. En la industria pegó el pelotazo con Astrodeck, y en el surf siempre ha estado un paso por delante de todo el mundo.
