«Han podido conmigo…
….la policía me está robando demasiado dinero y cruzar las fronteras es carísimo…
y he decidido vender el coche…
… y seguir de mochilero camino a Guinea…
Te voy a echar de menos…
….pero lo que dura, dura…como todo en la vida.
“La vida”…eso es…
Adiós…
Seguimos, vamos allá.»
Kepa entra de lleno en la Africa negra…donde la gente le ha acogido con todo sonrisas y donde el mar le ha regalado sus primeras izquierditas…
“Este tiene que ser Guardia Civil”, pensé la primera vez que le vi.
Fue en la cuidad de Nouadhibou, en Mauritania. Andaba yo vagando por las calles, tratando de dar con la embajada española para coger un poco de información sobre las zonas de minas. Quería saber por dónde exactamente podía pisar para no salir volando.
Kepa en la frontera con Mauritania, un lugar desconcertante y peligroso. Todo sea por surfear con sus ladies en solitario.
Del surfing mental al ejercicio práctico. Dicho y hecho, Kepa se imagina surfeando esa derecha que tanto le gusta y pone todo el empeño para llegar hasta ella, lo consigue y se coge unas olas increíbles
