¿Trabajas o surfeas?
Estas líneas están escritas un día por semana, lluvioso, feo y gris. De estos días que anuncian invierno y en los que no apetece ni salir de casa. Entonces uno, creyéndose el más avispado, piensa: precisamente hoy voy a aprovechar para madrugar e ir a la playa porque seguro que me pego un baño solo. Y UNA MIERDA ASÍ DE GRANDE.