La web de surf

Y no a causa de sus olas precisamente.

Está claro que los surfistas tenemos ciertos destinos fetiche cuyas olas nos hacen perder la cabeza. Sin embargo, esas ‘Mecas’ pueden dejar de serlo por motivos como el tráfico, la contaminación, la basura o el exceso indiscriminado de gente… ¡Lástima!

AGADIR

Cuando aquí hace frío, allí hace calor. Cuando en tu playa sólo hay cerrotes, allí rompen derechas eternas. Bueno, bonito, barato…

Pero claro, todo tiene su lado negativo. Y en este caso es la tremenda invasión de guiris (alemanes y franceses en su mayoría) que inundan ese tramo mágico de la costa marroquí.

De este modo, no es extraño llegar a Imsouanne o Anchor y que haya cien tíos en el agua aunque la marea o las condiciones no sean las idóneas.

Pero tranquilo, no todos son pros. La mayoría corresponde a ese perfil que se deja el neopreno puesto todo el día o incluso se calza los playeros con él para darse una vuelta por el pueblo.
¡Cómo está el patio!

SO-CAL

El sur de California también es un sitio idílico pero cada vez más lleno de gente, tráfico y humo. De hecho los constantes atascos en la autopista son aún más insoportables que los que te encontrarás en el agua.

Aún así… Vigila las horas puntas en sitios como Trestles, Rincón, Sandspit o San Clemente. O en todo caso, ten un buen parte amistoso de accidentes a mano 😉

GOLD-COAST

¡Peor aún está el tráfico de la Gold Coast! Surfear Snapper, Burleigh Heads o D’Bah se ha convertido en una especie de videojuego en el que ir esquivando marcianitos. Eso sí, con cara de aussie frito al sol, japonés despistado o brasileiro ansioso.

Está claro que Australia es un lugar de peregrinaje obligado. No obstante, o estás dispuesto a alejarte un poco de la costa de oro o llévate una lycra de competi y enciende tu modo ‘QS.

Por otra parte, si llegas a una playa desolada y desierta en la que no haya nadie en el agua… Tal vez sea a causa de algún pez más grande de lo normal en busca de un tentempié.

BALI

Y por último… ¡El más amado y odiado de todos los destinos! Sobra decir que Bali alberga algunas de las olas más perfectas e icónicas del planeta. No obstante, durante estos últimos años ha ido perdiendo gran parte de su encanto por culpa de posers, surfers de postal, fanáticos de los palos selfie y fiesteros cutres que básicamente van a ponerse hasta el culo.

De tráfico, humos y plástico, Bali también va sobrada. Aunque, una vez más, puedes cenar de puta madre por la mitad de lo aquí te cuesta un maldito ‘Big Mac’.

En fin, que este sitio lleva de moda un tiempo y tanto tonto no sólo eclipsa un poco la esencia de la isla, sino que además hace que una bomba de las buenas se venda más cara que el billete de avión que te ha traido hasta aquí.

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